Ella es hermosa y pasa todo su tiempo en un solo lugar. Él siempre va a verla porque la ama: ella es distinta a todas las demás mujeres que lo presionan demasiado y tienen una molesta tendencia a pensar, actuar y hablar por sí mismas que él interpreta como inconstancia y falsedad (en todo caso, una amenaza). Es posible que en el pasado sus parejas hayan tenido que soportar su egoísmo desmedido y su concepción del mundo donde sólo hay lugar para él. Como es de suponer, se ha quedado solo en varias ocasiones y lo ha interpretado como una falla achacable al resto del género humano y, en especial, sus representantes en lo femenino. Nadie es capaz de entenderlo, sólo ella y por eso él la ama.
El vence los obstáculos inmediatos de una sola pedrada y huye con ella. Tienen juntos una velada maravillosa: ella es realmente buena escuchando, es comprensiva, no presiona, no pide, no se va con alguien más gentil. Finalmente, él ha encontrado su felicidad. Algo del un verso perdido en un poema.
Pero llegan ellos y los separan. Una vez más, el mundo no ha sido capaz de entenderlo. Sus amigos lo van a visitar en horarios establecidos.
¿Cuándo comprenderán que lo único que quiere un hombre es que lo comprendan y no lo jodan?
Agradecimientos especiales: Joan Manuel Serrat, Almacenes Ricky, línea de transporte urbano "Vencedores".
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