I walked across, an empty land I knew the pathway like the back of my hand I felt the earth, beneath my feet Sat by the river and it made me complete Oh, simple thing, where have you gone? I'm getting old and I need something to rely on So tell me when, you're gonna let me in I'm getting tired and I need somewhere to begin.
I came across, a fallen elm tree, I felt the branches; are they looking at me? Is this the place, we used to love? Is this the place that I've been dreaming of?
Oh, simple thing, where have you gone? I'm getting old and I need something to rely on So tell me when, you're gonna let me in I'm getting tired and I need somewhere to begin So if you have a minute why don't we go Talk about it somewhere only we know? This could be the end of everything So why don't we go, somewhere only we know Somewhere only we know.
Oh, simple thing, where have you gone? I'm getting old and I need something to rely on So, tell me when you gonna let me in I'm getting tired and I need somewhere to begin So if you have a minute why don't we go Talk about it somewhere only we know? This could be the end of everything. So why don't we go, so why don't we go.
This could be the end of everything So why don't we go, somewhere only we know, Somewhere only we know Somewhere only we know.
La semana pasada encontré un libro que te faltó leer. Me dio mucha pena, porque seguro que te gustaba. Ojalá te lo pudiera mandar a algún lado ¿dónde estás ahora? Yo le pregunto a todo el mundo dónde piensan que podrás andar a estas alturas, pero todos se quedan callados. Je, je. Me siento como canción de Willie Colón:
El otro día
Fui por tu casa
Pero no te vi.
Por todo el barrio
Hasta en la plaza
Nadie me pudo decir
De cómo estabas
O dónde andabas.
Cómo pregunté por ti…
Siempre pregunté por ti.
Hoy comimos unas habas con queso y un pastel de jengibre en tu casa y me regresé, para variar, pensando en vos. Linda la carta que dejaste, no sé quiénes la leerían nomás, pero creo que a todos (y cuando digo todos hablo por todos los que te quisieron y ahora te echan en falta) nos hizo sentir un poco mejor. Hasta hoy he escuchado una docena de interpretaciones de lo que dejaste en esas cuatro páginas, y de pronto se me ha ocurrido que yo también puedo decir algo, aunque me di cuenta al leerla de que mi nombre jamás se te cruzó por la cabeza (qué alivio, no?). Entonces hoy me puse a escribirte una carta de respuesta, de mí para vos, que no sé dónde mandar así que la colgaré en al blog, al fin que ahí pongo todos mis desahogos.
Ahora bien, en una carta que responda a la tuya, ¿qué te puedo decir? Me imagino que empezaré por contarte cómo me siento en general. Aivá.
Lo primero que te puedo decir es que a veces me siento bastante calmada y esos momentos son como la luz del sol llegando hasta el fondo de un pozo (como lo relata un personaje de Murakami en otro libro que, se me ocurre, tampoco leíste). En la paz de ese par de segundos me siento viva otra vez y cuando la luz se va quisiera que me lleve consigo. Creo que, si yo pudiera elegir, me gustaría morir en una calma así.
Cuando este ánimo llega, es más fácil decir: “Quizá las cosas pasaron así porque así tenían que pasar”. Me acuerdo de El Forastero Misterioso. ¿Quién sabe si este fue el mejor camino que todos pudimos tomar? O quizás la felicidad sacrificada por todos nosotros es en verdad necesitada por nuestros equivalentes en otros universos. Pienso, se abren los círculos de la cosecha, en toda esa gente que se parece a nosotros pero lleva otros colores en el corazón y en los ojos. Pienso en que hay un Martín caminando esta noche por el borde de el Ejido, que otro está dando brincos en cualquier día de hace ocho años Pienso en la Claudia que en algún dónde y algún otro cuándo no está rota por la pena. Pienso en un mundo hecho sólo con helado, maldita sea, que tu familia tiene toda la felicidad que se merece, que es posible que en algún lugar encuentres el Libro Definitivo que te convenza de que no sabes nada y tienes que quedarte más para seguir aprendiendo. Esas son cosas en las que quiero creer, y cuando pienso en ellas se me ocurre que quizá lo sucedido casi vale la pena.
Este satori se acaba pronto, y entonces ¿Sabes qué te puedo decir? Que yo sí que soy una persona tremendamente egoísta y si me da la gana te voy a llorar hasta no tener lágrimas ¿O es que tú sí puedes irte sin ser juzgado y encima dejar tarea a los que se quedan tratando de rellenarse el hueco en el pecho? Qué manera la tuya de ser pendejo, Martín, cómo me has hecho enojar. ¿Qué tan ciego andas como para no darte cuenta de lo mucho que se te necesita? ¿Qué tan egoísta tienes que ser para darte cuenta y aún así marcharte? ¿Quién te dijo que es de la gente faltar a tantas promesas? Dios sabe que te quiero, pero ahora mismo volvería en el tiempo sólo por darte un golpe bien majo, muchacho. En fin.
¿Qué más te puedo decir? He visto cómo cambia tu cuarto. Por fin le está entrando más luz. Para este momento ya se han llevado casi todos tus libros, tus runas y el árbol cabalístico siguen en la puerta, la cama se fue antes que nada, todo lo que queda tiene ya su destino fijado. El 10 de marzo me llevé tus llaveros (cosa que me ha hecho acreedora a un cierto nivel de fama entre quienes me conocen y al reconocimiento de tu ñaño Sebastián. Sí que es rara la vida), tres shigras (una con los llaveros) y unos seis libros, siempre sintiéndome una rata, ladronay abusiva, porque la verdad es que a mí no me tocaba nada de lo que dejaste. Lógico, si yo no era familia y parece que ni pana llegué a ser. En todo caso fui la que te bromeaba con lo de Orlando Furioso en ediciones de Alianza Cien (setenta tomos XD), y en honor a eso y a que te quise bastante me traje el Rey Mono y otras cosillas. Hoy estaban tus tías sacando el papel tapiz de la pared y me traje los dos discos de Loreena McKennitt que me prestaste hace años, cuando lo de Gríma. De todos modos ya no me puedes decir nada, ves lo bien que me adapto?
Otra cosa que te puedo decir es que te extraño tanto que me duele, que acepté un empleo de mierda para pasarme todo el día pegada a un teléfono y no pensar en nada más. Me ofrecí para trabajar doce horas porque quería llegar a mi casa a dormir y levantarme para trabajar, y de mucho que me sirvió ¬¬
Cuando me enteré (de una manera bastante ridícula) de que habías decidido darle uso al veneno que guardabas, empecé a hablar contigo de la manera en que hablo conmigo cuando estoy sola. Ahora, que en teoría ha pasado más tiempo, ¿qué te puedo decir? Que quiero que vuelvas. Lo siento, pero lo de nada y nadie no me lo puedo tragar, yo quiero que vuelvas, hermano, ¡hay tanto que te faltó ver! Al final no importa si te vuelvo a ver, ya me voy haciendo a la idea, pero tú vuélvete a este mundo porque no es justo que la gente buena se vaya y nos quedemos sólo las sombras Tienes que venir, aunque sea sólo para leer este libro que encontré la semana pasada. Se llama La Olla de Oro, seguro que te gustaba.
Ah, y te puedo decir también lo que más me asusta en este momento: me estoy olvidando de ti y tengo miedo de que pronto no recuerde nada. De mi padre no recuerdo ni la cara ni la voz, y mi padre no ha muerto. Las primeras cosas las olvidé al entrar a tu cuarto el martes de hace dos semanas: el nombre de las navajas que clavábamos en el césped parque central una de esas noches después de salir del teatro. No sé qué se me olvidaré al final… Así que me hice una lista, mientras aún recuerdo algo. Creo que la pondré tb en el blog, a ver si en algunos años más la vuelvo a leer y ya todo me resulta ajeno.
La última cosa que te puedo decir: tienes una familia maravillosa, te la envidio mucho. Tu mamá es lo más dulce que hay, tus ñaños, tus tías, tu papá… yo no sé cómo me hubiera ido con una familia chévere como la tuya, pero seguro que me iba mejor que ahora XDDDDDDD
m: ( … )Y a fin de cuentas no vino nadie a verme, estaba equivocado.
M: Le aseguro que el escepticismo es innecesario.
m: Ah? Entonces sí! Yo… estaba seguro de que vendría alguien, perono puedo explicar porqué.
M: Eso es previsible, como norma común las brujas y los magos saben de mi llegada con antelación.
m: No me va a decir que mis presentaciones y los trucos de cartas…
M: Tanto usted como yo sabemos que la magia era otra y que iba más allá.
m: ( … )¿Debo por tanto asumir que el retraso se debió a gente más importante?
M: No,. Acostumbro venir en persona para ocasiones especiales como la realeza o aquellos de inclinaciones mágicas. Usted pertenece a ambas categorías.
m: …
M: Que un conde no viene todos los días.
m: ¿Entonces?
M: Ha sido un día ocupado. Los domingos siempre lo son (empieza a caminar).
m: (caminando junto a M) Espero que no le moleste que me haya adelantado, pero ya daba la hora.
M: En absoluto. Todo fue como debía ser. Su despedida fue bastante apropiada, por cierto. Será interpretada como presunción.
m: Conde al fin, no? ¿Es ese su caballo?
M: En efecto, vamos a mi… residencia, si usted accede. Tres amigos me están esperando para jugar a las cartas y, siendo usted un experto en la materia, pensamos invitarle.
m: ¡Faltaba más! Es perfecto, empezaré esta nueva historia con más magia. Ojalá todos fueran tan atentos como usted.
M: Guerra se ha vuelto más prudente desde que se casó (suben a Binky). Si no le importa, estuve esperando este encuentro para preguntarle una cosa.
m: Pregunte.
M: ¿Cómo consiguió la baraja donde salgo yo?
(salen)
in a middle of a room stands a suicide sniffing a Paper rose smiling to a self
"somewhere it is Spring and sometimes people are in real:imagine somewhere real flowers,but I can't imagine real flowers for if I
could,they would somehow not Be real" (so he smiles smiling)"but I will not
everywhere be real to you in a moment" The is blond with small hands
"& everything is easier than I had guessed everything would be;even remembering the way who looked at whom first,anyhow dancing"
(a moon swims out of a cloud a clock strikes midnight a finger pulls a trigger a bird flies into a mirror)
Se murió el Martín, hoy me enteré por mi vecina. Mi vecina no lo conoció a él, pero es compañera de trabajo de una rubia que fue a la facultad con nosotros. Tuvimos un larguísimo segundo de pánico hasta confirmarlo por varias fuentes (casi todos al mismo tiempo).
El domingo pasado, Martín se tomó una copita de cianuro y luego se sentó a escribir lo que iba sintiendo (o eso me dijeron). El grandísimo hijo de su madre se fue riéndose de todos, que es como pasó los años que le conocí ¿o acaso pensaban que la broma era a costa de él?
Me enoja que me tuve que enterar por una rubia y por leer el blog de nosequién, algún pseudohippie sin esperanza. El estúpido no se tomó la molestia de despedirse. ahora pienso que debí haberle lanzado una piedra la última vez que lo vi pasar en su moto.
How the Frynch Stole Twitmas
-
Every Twit down in Twitville
Liked Twitter a lot,
But the Frynch,
Who lived just North of London,
Did NOT!
The Frynch hated Twitter!
The whole Twitmas se...
Pingullero
-
El pingullo lleva el sonido de los Andes, la pertenencia a la tierra, el
suspiro de los abuelos. Pingulleros quedan pocos, pero quedan. Por suerte,
algunos...